Jean Paul Sartre (1905-1980) |
Filósofo, dramaturgo, novelista y periodista político
francés, uno de los principales representantes del existencialismo.
Sartre
nació en París el 21 de junio de 1905; estudió en la Escuela Normal Superior de
esa ciudad, en la Universidad de Friburgo (Suiza) y en el Instituto Francés de
Berlín (Alemania).
Enseñó filosofía en varios liceos desde 1929 hasta el
comienzo de la II Guerra Mundial, momento en que se incorporó al Ejército. Desde
1940 hasta 1941 fue prisionero de los alemanes; después de su puesta en
libertad, dio clases en Neuilly (Francia) y más tarde en París, y participó en
la Resistencia francesa.
Sartre dejó la enseñanza en 1945 y fundó, con Simone
de Beauvoir entre otros, la revista política y literaria Les temps modernes, de
la que fue editor jefe.
Se le consideró un socialista independiente activo
después de 1947, crítico tanto con la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas (URSS) como con Estados Unidos en los años de la Guerra fría.
En la
mayoría de sus escritos de la década de 1950 están presentes cuestiones
políticas, incluidas sus denuncias sobre la actitud represora y violenta del
Ejército francés en Argelia.
Rechazó el Premio Nobel de Literatura que se le
concedió en 1964, y explicó que si lo aceptaba comprometería su integridad como
escritor.
Sartre afirma que la influencia de la sociedad moderna sobre el
individuo es tan grande que produce la serialización, lo que él interpreta como
pérdida de identidad y que es equiparable a la enajenación marxista.
El poder
individual y la libertad sólo pueden recobrarse a través de la acción
revolucionaria colectiva. A pesar de su llamamiento a la actividad política
desde ópticas marxistas, Sartre no se afilió al Partido Comunista Francés, y
así conservó la libertad para criticar abiertamente las intervenciones
militares soviéticas en Hungría (1956) y en Checoslovaquia (1968).
Murió en
París el 15 de abril de 1980.
NRMQ
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No utilice palabras inadecuadas o comentarios ofensivos, puesto que nos veremos obligados a no hacerlos público; esto, por consideración a los lectores, que no necesariamente comparten estos usos.